Cuando volví de un viaje a Marruecos en el 2009 y me senté a ver las fotos que habíamos tomado, algo despertó en mi interior. Vi en esas imágenes, la vida con una belleza que me había pasado inadvertida, y me atrapó. Desde entonces he pisado cuatro continentes y puedo decir que viajando con cámara en mano, por muy lejos que esté, me siento en casa.
Mi estilo más característico es urbano, pero de vez en cuando me escapo para descubrir otros ritmos de vida. Me gusta contar la historia y reflejar el sentimiento de cada lugar. Su gente, sus curiosidades, sus calles, su modo de vivir. La esencia de cada viaje no podría conseguirse sin mezclarlo todo.